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Conoce sobre nosotros

La historia detrás de JVZ Human Resources


Sabíamos desde el inicio que hablar de dignidad, inspiración y crecimiento en el área de recursos humanos no iba a ser fácil.

Lo intentamos. Tocamos puertas. Propusimos procesos que respetaran la esencia de cada persona y elevaran el espíritu de cada empresa.

¿El resultado? Nulo.

Para muchos, era simplemente un costo innecesario.

Aún resuenan en nuestros oídos las palabras de un empresario:

"Llevamos trabajando más de 15 años y estoy seguro que mis trabajadores no necesitan eso. Ellos solo quieren que les pague por su trabajo y eso es lo que hago. No necesitan nada más." 

                                                 

Ese día entendimos que algo debía cambiar.

Que debíamos encontrar una forma de mostrarle al mundo que las personas son el motor.

Y entonces… ¡Boom! Se nos prendió el bombillo. 

Empezamos a divulgar por redes sociales la importancia de la gestión humana como fuente de productividad, motivación y satisfacción.

Con nuestra frase célebre —“El talento no se administra, se acompaña, se inspira, se deja crecer”— y la notable inexperiencia que nos caracterizaba, nos lanzamos a hacernos oír.

Y lo logramos.

Varias organizaciones comenzaron a interesarse por sus trabajadores.

Empezamos a cambiar el “ellos no lo necesitan” por el “las personas hacen posible que el sueño de nuestra organización se haga realidad”.

Aprendimos que cada empresa tiene un corazón distinto.

Y que nuestro propósito es inyectar amor por los trabajadores en ese corazón.

                                                   

Hoy seguimos en ese camino.

Aún hay empresas que no prestan suficiente atención al tema.

Pero hemos logrado lo que desde el inicio nos propusimos:



 ACOMPAÑAR


INSPIRAR 


 CRECER

Porque sí, hemos crecido.

Y aunque aún nos falta mucho, no pararemos hasta que todas las empresas nos escuchen y nos permitan guiarlas en este viaje humano.

Y.... ¿Qué valores nos definen? 

Nos dijeron que no valía la pena. Que las personas solo querían que les pagaran.

Que hablar de dignidad, inspiración y acompañamiento en recursos humanos era un lujo innecesario.

Pero no lo creímos.

Porque vimos lo que otros no querían ver:

Que el talento humano no se gestiona. Se honra.

Que el trabajo no es solo productividad. Es propósito.

Que las empresas no son máquinas. Son cuerpos con corazón.

Y en ese corazón, los valores no son decorativos.

Son la estructura.

Son lo que nos sostiene cuando todo tiembla.

Son lo que nos recuerda por qué hacemos lo que hacemos.

Estos son los cinco valores que nos definen.

No porque suenen bien.

Sino porque los vivimos.

Porque nos duelen.

Porque nos transforman.

    Acompañamiento auténtico
    No estamos para dirigir ni controlar. Estamos para caminar al lado. Escuchar, comprender, estar presentes. Porque acompañar es el acto más humano que existe.

  1. Inspiración transformadora
    Creemos que cada persona tiene una chispa única. Nuestra labor es encenderla. Inspirar no es motivar: es provocar movimiento interno, despertar propósito, abrir caminos.

  2. Respeto por la esencia
    Cada ser humano es distinto. Cada empresa tiene su propio latido. En JVZ, diseñamos procesos que honran esa diversidad, sin imponer moldes ni fórmulas.

  3. Valentía emocional
    Nos atrevemos a hablar de lo que otros callan. A tocar fibras. A proponer lo humano en espacios donde solo se habla de resultados. Porque la vulnerabilidad también es estrategia.

  4. Compromiso con el crecimiento compartido
    No buscamos éxito individual. Buscamos evolución colectiva. Cuando una persona crece, su equipo florece. Cuando una empresa se transforma, su gente se eleva.

Y.... ¿Hacia donde vamos? 

No queremos crecer para tener más clientes.

Queremos crecer para que más personas sean vistas, escuchadas y acompañadas.

Porque en Colombia, aún hay empresas que creen que el talento se administra.

Y nosotros estamos aquí para demostrar que el talento se honra, se inspira, se deja crecer.

No nos interesa ser los más grandes.

Nos interesa ser los más humanos.

Los que transforman procesos en experiencias.

Los que convierten protocolos en abrazos estratégicos. 

Los que hacen que cada trabajador sepa que su historia importa.

Nuestra visión

Para el año 2029, JVZ Human Resources será la empresa líder en asesoría de talento humano en Colombia, reconocida por transformar organizaciones a través del poder de las personas. Seremos referentes en la construcción de culturas laborales más humanas, inclusivas y sostenibles, donde cada talento sea valorado como el motor del éxito colectivo.

No solo diseñaremos procesos.

Diseñaremos sentido.

Seremos la voz que incomoda, el abrazo que acompaña, el impulso que transforma.

Y cuando alguien pregunte qué hace JVZ, la respuesta será clara:

Hacemos que las empresas recuerden que están hechas de personas.


Nuestra cultura: lo que se siente al trabajar en JVZ 

En JVZ Human Resources no hay horarios que ahoguen, ni estructuras que silencien.

Aquí se trabaja con el alma despierta.

Creemos en el poder de la conversación, en el valor de la pausa, en la fuerza de la escucha.

Cada colaborador es una voz que importa, una historia que se respeta, una energía que transforma.

No somos una empresa que exige.

Somos una comunidad que acompaña.

Aquí, el trabajo no es una carga. Es una oportunidad de crecer juntos.

Así se vive JVZ. Y así queremos que se sienta cada persona que cruce nuestras puertas.

¿Cómo se vive JVZ desde adentro?

Aquí se trabaja con el corazón en la mano. En JVZ Human Resources, la cultura no se escribe en un documento. Se siente en cada conversación, en cada gesto, en cada silencio que se respeta. Somos una empresa que acompaña, pero también una comunidad que se cuida. Creemos que el trabajo puede ser humano. Que la vulnerabilidad no es debilidad. Que el respeto no se exige: se practica. Aquí no se viene solo a cumplir. Se viene a crecer, a crear, a transformar. Y sí, también a equivocarse. Porque en JVZ, el error no se castiga: se acompaña.

Esta es nuestra cultura.

Y si alguna vez te preguntas cómo es trabajar aquí, la respuesta es simple:

Es como volver a casa, pero con propósito.


"Aquí no hay empleados. Hay personas que hacen posible el sueño".

Anderson Acosta
Gerente General

"Aquí no se trabaja por cumplir. Se trabaja por transformar".

A woman in a business suit posing for a picture
Sor de las Rosas Sepúlveda
Contadora

"El error no se castiga. Se acompaña".

Juan Pablo Morales
Gerente de Recursos Humanos

Y entonces… ¿Cómo se vive JVZ?

No hay fórmulas. No hay guías de comportamiento colgadas en la pared. Aquí lo que hay son rituales que nacen del alma, gestos que no se enseñan, pero se sienten. Porque en JVZ no se trabaja. Se respira. Se vibra. Se transforma.

Cada encuentro tiene sentido.

Cada silencio, respeto.

Cada error, acompañamiento.

Cada logro, celebración con propósito.

No somos una empresa que repite lo que otros hacen. Somos una comunidad que inventa sus propios símbolos. Porque cuando el trabajo se vuelve humano, la cultura deja de ser un concepto y se convierte en experiencia.

Estos son nuestros rituales.

No están en los contratos.

Están en el corazón.

RITUALES QUE NOS DEFINEN...

Saludo consciente
Cada inicio de jornada comienza con una pregunta real: ¿Cómo estás hoy? No por protocolo, sino por presencia. Porque aquí, antes de trabajar, nos reconocemos.
Bienvenida con alma
Cada nuevo integrante recibe una carta escrita a mano por el equipo. No es una formalidad: es un gesto que dice “tu historia ya es parte de la nuestra.”
El ritual del cierre

Al finalizar cada proyecto, no celebramos solo los resultados. Compartimos lo aprendido, lo sentido, lo que nos transformó. Porque crecer también es mirar atrás con gratitud.

El espacio del silencio

Una vez por semana, hay un momento sin reuniones, sin tareas urgentes. Solo pausa. Para respirar, pensar, escribir, o simplemente estar. Porque el silencio también acompaña. 

El circulo de escucha

Cada mes, nos reunimos sin jerarquías para compartir ideas, inquietudes y emociones. No hay agenda. Solo escucha. Porque aquí, todas las voces importan.